miércoles, 15 de septiembre de 2010

Fusion y Eliminación

La fusión de Bancaja y Caja Madrid prevé eliminar el 10% de la plantilla

J. Alfonso /F. Llera
12/06/2010 - 6:00
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Pedirán 4.500 millones al FROB

El nuevo líder del sector seguirá de compras y pone en su objetivo a CajaSur y Caixa Ontinyent. La entidad resultante concentra más del 50% de oficinas en Madrid y la Comunidad Valenciana.

El gigante financiero que liderarán Caja Madrid y Bancaja sigue haciendo números. Tras situar en torno a los 4.500 millones de euros la ayuda que pedirá al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), el paso siguiente será revisar las cifras de una plantilla para la que se prevé un recorte del 10 por ciento, según aseguran fuentes conocedoras del detalle de la operación.

Los primeros cálculos apuntan a un recorte de 2.400 empleos que, como suelen ser en estos casos, se producirá a través de prejubilaciones y bajas incentivadas, aunque esto tendría que someterse a una mesa laboral para definir tanto el número final como las condiciones de salida de los trabajadores.

Los sindicatos vigilan

De hecho, los sindicatos han pedido aclaraciones sobre los posibles recortes de puestos de trabajo. En este sentido, el representante de SATE -el sindicato mayoritario de Bancaja- fue el único del consejo que votó en contra del acuerdo con Caja Madrid hasta, dijo, conocer sus repercusiones laborales.

En la misma línea, el secretario general de servicios de UGT, José Miguel Villa mostraba este jueves su preocupación por el empleo, las duplicidades y el tamaño que puedan adquirir los servicios centrales de la caja fusionada. Por su parte, CCOO, único sindicato presente en los consejos de administración de Bancaja y Caja Madrid, condicionaba su posición final a las garantías de empleo, para lo que pide se llegue a un acuerdo laboral con los trabajadores.

Unos y otros se preparan para un recorte de este entorno tras comparar el volumen de empleados con el de los dos principales bancos en España. Frente a los 24.000 de la nueva entidad, el Santander (con Banesto) cuenta con 28.791 y BBVA con 27.936 en España.

La criatura podría seguir engordando

Pero esas cifras podrían, incluso, aumentar ¿La razón? "Creo que lo de Bancaja y Caja Madrid no es un último paso, sino el primero de algo muy gordo". Un consejero de la entidad valenciana se expresaba así el jueves, minutos después de anunciarse la fusión fría que va a dar origen al primer gran grupo de cajas españolas. Y no andaba desencaminado, porque la intención de Rodrigo Rato y de su futuro número dos en el SIP, José Luis Olivas, es seguir engordando a la criatura, incluso antes de que nazca. Y todo ello con el aliento del Banco de España en el cogote.

Los promotores de la nueva entidad liderada por Rato ya tienen la vista puesta en la intervenida Cajasur, cuya red de oficinas rellenaría el hueco que el nuevo SIP tiene en Andalucía central y oriental. El otro hueco importante es Cataluña, donde no llega a las 600 oficinas, contando las de Caixa Laietana. La entidad catalana confirmó que se unirá a este SIP tras haber constatado que una integración en Unnim, la fusión de Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu, es "técnicamente inviable". A esta conclusión llegó tras analizar esta posibilidad "conjuntamente" con las entidades de Unnim, a petición del Gobierno de José Montilla, que no quería dejar escapar una de las dos cajas de ahorros catalanas que no ha participado en fusiones endogámicas.

Para conseguir la red de Cajasur, Rato deberá esperar a que el Banco de España subaste la entidad andaluza, pero, para entonces, el SIP es posible que haya engordado. ¿Cómo? Caja Badajoz, lo mismo que la CAI aragonesa, complementarían la red del nuevo SIP, aunque ambas están bajo la órbita socialista. Otra candidata a sumarse al gran grupo es Caixa Ontinyent, la tercera caja valenciana, que según ha afirmado Olivas tiene la puerta de Bancaja abierta permanentemente, aunque por su pequeño tamaño (980 millones de activos), su aportación sería inapreciable.

Más estrambótica sería la propuesta con la que ayer sorprendió el vicepresidente segundo y consejero de Economía de Castilla y León, Tomás Villanueva, quien pasó de oponerse frontalmente a la integración de las cajas de Ávila y Segovia con Caja Madrid, a invitarlas a unirse a las ya fusionadas Caja Duero y Caja España para luego sumarse al SIP de Rodrigo Rato. ¿Quién da más?

Las sucursales

Otro asunto que tendrán que clarificar es la red de oficinas, formada por más de 4.000. Caja Madrid y Bancaja han acordado intercambiarse las respectivas sucursales en cuatro regiones. Las de Caja Madrid en Valencia y Baleares (170 en total) pasarán a ser de Bancaja, y las de la caja valenciana en Madrid y Castilla-La Mancha, que suman 127, de la entidad de Rato.

Pero habrá duplicidades, ya que el nuevo grupo concentra más del 50 por ciento de las oficinas en Madrid y la Comunidad Valenciana. En Madrid están presentes las siete cajas socias que concentran el 30 por ciento de las sucursales del grupo, mientras que en la Comunidad Valenciana, especialmente en la capital, hay oficinas repetidas que habrá que cerrar.

El resto de socios tienen redes pequeñas -la más grande, la de Laietana con 254 sucursales- y muy localizadas en sus regiones. Los socios del SIP tendrán que decidir si en estas regiones utilizan las marcas existentes o crean una nueva. Un caso singular es el de Murcia, donde la mayor red la tiene el Banco de Valencia, filial de Bancaja, con 65 oficinas, 20 más que la suma de las dos grandes cajas.

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