jueves, 18 de junio de 2009

Subida de Impuestos


Zapatero justifica la subida de impuestos por la «salud» y el «ahorro de energía»
JAIME GARCÍA Zapatero, Salgado y Chaves, ayer en la sesión de control al Gobierno
Jueves, 18-06-09
Cinco días después de las elecciones europeas del 7 de junio, el Gobierno aprobó una subida de impuestos sobre el tabaco y los hidrocarburos porque es positivo para la «salud de los españoles» y sirve para ahorrar energía. Así lo afirmó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en una entrevista en «Cuatro», poco después de anunciar en el Congreso que lo peor de la crisis ya ha pasado.
El jefe del Ejecutivo aseguró que no tiene intención de volver a subir los tributos este año, y explicó que el incremento del Impuesto sobre las Labores del Tabaco no persigue un fin recaudatorio, sino que forma parte de la lucha contra el tabaquismo y a favor de la salud de los españoles. Respecto a la subida del impuesto sobre los hidrocarburos, aseguró que servirá sobre todo para ahorrar energía, ya que sólo aportará mil millones de euros al erario público, una décima del PIB.
Zapatero no dijo nada de esto en el Parlamento a primera hora de la mañana, en la sesión de control. Allí, el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, le reprochó que subiera los impuestos «cinco días después de la celebración de unas elecciones en las que habló de los brotes verdes y de la inminente recuperación económica». «Un engaño más», resumió Rajoy, quien preguntó a Zapatero si, ahora que ya no hay elecciones, va a empezar a «decir la verdad».
Pese a las evidencias que todos los españoles sufren ya en gasolineras y máquinas de tabaco, Zapatero aseguró que su Gobierno ha bajado los impuestos. Se remontó al mandato de Aznar para compararse una vez más con él y defendió que ahora la presión fiscal es del 32,8 por ciento del PIB, frente al 34 por ciento que se encontró en 2004. Acusó de demagogia, falta de rigor y seriedad a Rajoy y le pidió que tuviera la valentía de reconocer que él ha bajado los impuestos por 20.000 millones de euros y dos puntos de PIB.
Gran aficionado a hacer previsiones, aunque luego siempre fallan, Zapatero subrayó que «lo más duro de la crisis ha pasado ya, nuestra recuperación se irá produciendo progresivamente y de manera más intensa en 2010 hasta llegar a 2011 con un crecimiento positivo».
Rajoy le miraba escéptico. «Más seriedad y menos demagogia es lo que tiene que hacer usted», le soltó, y pasó a explicarle que si ha bajado la presión fiscal es porque ha bajado la actividad y la recaudación. Se ganó unos aplausos de los suyos.
El presidente del PP afeó a Zapatero la subida de impuestos porque «es una bofetada a las clases medias y a las clases trabajadoras de este país». «Así va usted muy mal, señor presidente», concluyó.
Aquellos brotes verdes
El ataque directo al Gobierno de los «brotes verdes» no quedó ahí. La portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó a los socialistas de mentir y faltar al respeto de los españoles por hablar de recuperación en la campaña «cuando su Gobierno sabía que todas las luces rojas estaban encendidas y redactaba en secreto una subida de impuestos, y por ocultar las previsiones económicas que ya estaba elaborando».
Su contrincante en la sesión de control, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, acusó al PP de poner siempre la zancadilla mientras «mira de reojo a las urnas, porque su única visión es la del botín electoral».
De la Vega siempre se crece en estos rifirrafes y nunca rehúye la bronca. Cuanto más, mejor. A su lado, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, parece encogido, como si pensara: «¡En qué hora!». La oposición no le da una semana de respiro.
Ayer fue el diputado del PP Juan José Matarí quien le iba a preguntar por el principio de igualdad en la política territorial del Gobierno, y acabó hablando de las «irregularidades» al conceder 10 millones de euros a la empresa en la que trabaja la hija de Chaves. «La subvención la aprobó usted, su padre», espetó, y le instó a presentar la dimisión: «Total, para lo que usted hace en el Gobierno, señor Chaves». Y el señor Chaves aguantaba el chaparrón, con gesto desencajado. «Usted no ha podido demostrar nada», dijo. Como buen padre, recordó que su hija tiene «todo el derecho del mundo a trabajar y no tiene que irse fuera de Andalucía para hacerlo».

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